Y llegamos a Dublín
Digámoslo bien; Baile Átha Cliath, que así es cómo se denomina en gaélico. Y por fin llegamos a Dublín, creo que ha sido buena idea dejar para el final de nuestro viaje esta ciudad. No por eso la disfrutaremos menos, sino de manera diferente, quizás más relajada creo yo. Lo primero es buscar el hotel, encontré algo muy cerquita del centro bastante bien de precio, pero cuando vimos la habitación me quedé bastante sorprendida; grande, espaciosa, sin ruidos, muy luminosa y con un baño enorme. Estos tres días prometen.