Dous by the way: Llegada a Compostela
Son las ocho de la mañana y ya estamos saliendo del albergue. Hoy vamos contentos, sabiendo que prontito llegaremos a Santiago. Prácticamente todo el camino discurre ahora por caminos asfaltados y carretera.
Tardamos muy poco en caminar por la ciudad. Hacemos una parada para desayunar en una cafetería de Santiago y cuando arrancamos vemos llegar una oleada de peregrinos extranjeros.
No son las diez de la mañana cuando llegamos felices a la Plaza del Obradoiro, nos encontramos con algunos peregrinos y cambiamos el "buen camino" que habíamos convertido en el saludo cotidiano por el "congratulations", esta vez seguido por un abrazo o un apretón de manos.
Buscamos la Oficina del Peregrino, bien indicada por detrás de la Catedral. Allí enseñamos nuestras credenciales selladas y nos hacen unas cuantas preguntas. Le advierto a quien me atiende que no soy religiosa, pero me dice que eso da igual y me pregunta si el Camino me ha servido para reflexionar sobre algo; "y tanto", le contesto. Me he ganado la Compostela.
Mira que hemos estado veces delante de la catedral, y no sé decir por qué, pero nunca la había visto con estos ojos. No tiene nada que ver con ser o no ser creyente, pero la sensación es única. Y allí nos quedamos un buen rato tirados en el suelo, viendo como se llena de turistas la plaza pese a ser jueves y como no, terminaremos nuestro camino con unas buenas tapas y un buen vino en Santiago.
Buen Camino !!
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| Los últimos kilómetros del Camino |
Tardamos muy poco en caminar por la ciudad. Hacemos una parada para desayunar en una cafetería de Santiago y cuando arrancamos vemos llegar una oleada de peregrinos extranjeros.
No son las diez de la mañana cuando llegamos felices a la Plaza del Obradoiro, nos encontramos con algunos peregrinos y cambiamos el "buen camino" que habíamos convertido en el saludo cotidiano por el "congratulations", esta vez seguido por un abrazo o un apretón de manos.
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| Conseguido !! |
Mira que hemos estado veces delante de la catedral, y no sé decir por qué, pero nunca la había visto con estos ojos. No tiene nada que ver con ser o no ser creyente, pero la sensación es única. Y allí nos quedamos un buen rato tirados en el suelo, viendo como se llena de turistas la plaza pese a ser jueves y como no, terminaremos nuestro camino con unas buenas tapas y un buen vino en Santiago.
Buen Camino !!




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