Dando una vuelta por ahí...

Era viernes, once de la mañana despegaba el avión, una compañía de bajo coste por supuesto y en apenas hora y media aterrizaba en la capital británica. Mi sueño comenzaba, acababa de aterrizar y ya temía porque cada vez era menos el tiempo que me quedaba allí. Lo primero, llegar al hotel, dejar el poco equipaje que llevabamos y listos para comenzar a explorar.

Has cenado alguna vez en una cripta?, suena tenebroso eh?. En mi primer día de viaje a Londres, decidí terminarlo de una manera original, después de un tranquilo paseo por la orilla del río Thames, disfrutando del Big Ben de noche, simplemente espectacular, la London Eye iluminada, seguimos paseando hacia Trafalgar Square. En el camino nos encontramos con el pub Sherlock Holmes, sitio de obligada visita para los amantes de este famoso personaje, como curiosidad contar que este "pub" aparece reflejado en el libro "El perro de los Baskerville" como el "Hotel de Northumberland". Una vez en Trafalgar Square, contemplando en una noche realmente tranquila la plaza en todo su esplendor con la National Gallery de frente, el monumento a Nelson en medio y la iglesia de St.Martin in the Fields a la derecha, nos dirigimos a esta última, y por un lateral descendemos al Cafe in the Crypt, que es exactamente eso, un restaurante en la cripta de la iglesia. ...

Sábado por la mañana, y que mejor para aprovechar un sábado en Londres que ir a alguno de sus famosos mercados?. Tenía varias opciones, pero como no se puede hacer todo a la vez, nos decidimos por Candem. Decir que como medio de transporte utilizamos el metro sobretodo y tambien el bus. Nada más llegar en tren a la estación Victoria desde el aeropuerto de Stansted, nos hicimos con unas travelcard para siete días. Había leído bastante sobre esto en internet y sobre la diferencia entre la Travelcard y la Oystercard. Bien, pues lo que me dieron para 7 días ponía Oystercard. Valido para las zonas centricas y para metro, bus y el tren de cercanias. Pues bien, rumbo a Candem en metro, diez de la mañana, no había demasiada gente pero se empezaba a notar el bullicio que a lo largo del día envolvería ese gran mercado. Nos pasamos un rato curioseando los diferentes puestos del mercadillo al lado de la estación de metro, hasta que, a mano izquierda una calle no muy grande nos llamó la a...

Y para terminar nuestro ajetreado día entre puestos de mercadillo, qué mejor que irse hasta...... Harrod's. Pues sí, además no lo habíamos echo a propósito; nos apetecía ya una buena pinta en Picadilly, así que cogimos el metro haciendo transbordo en King's Cross para coger la línea Picadilly Line, una vez dentro del metro, y como aún era temprano (en España claro), serían las 7 de la tarde londinenses, decidimos seguir hasta Knightsbridge, para ir a Harrod's. Tengo que decirlo todo y es que lo de entrar en Harrod's fue más por una "necesidad física" y no hablo de la necesidad que sienten las mujeres a la hora de ver un sitio enorme donde comprar prácticamente de todo. La entrada fue un poco al estilo "Harrod's", yo pensaba que incluso nos pondrían más pegas, ya que íbamos en vaqueros y con zapatillas, pero decentes, eh!!, eso sí, las mochilas tenían que ir de la mano, nada de a la espalda. Aún no sé el por qué. Se trataba de: 1º: cubrir nue...

Comenzamos el domingo tempranito, para aprovechar el día. Como no podía faltar tampoco este año, la visita a la casa de Freddie era obligada. Luego nos apuntamos a una ruta gratuíta de los amigos de Sandeman . Son muy interesantes y te enseñan en tu propio idioma y todos los días del año.        La ruta comenzó en Hyde Park, concretamente habíamos quedado en el Arco de Wellington y desde ahí fuimos avanzando a pie haciendo la siguiente ruta:

El lunes fue un día bastante relajado, la primera visita fue al museo de cera, el Madame Tussaud. Este museo es privado, por lo que hay que pagar, of course. Pero como saben mucho, te ofrecen unos packs con entradas para varios sitios, y que en resumen salen más baratas que pillarlas por separado. A lo que iba, nosotros cogimos la entrada para el museo de cera y para la London Eye y nos ahorramos unas libras. Pero qué mejor que unas imágenes para que os hagais una idea de lo que os vais a encontrar.                               Por supuesto hay centenares de personajes, y todos son increíblemente reales. Están divididos por salas, hay una sala para la gente del cine, otra para políticos, deportistas, artes,..... también hay un espacio donde nos explican la historia del museo, se su creadora Madamme Tussaud y las técnicas que utilizan para crear estas maravillas.

Después de cinco días sin parar por la capital inglesa, decidimos tomarnos el sexto día con algo más de calma. Lo mejor de todo fue el viaje, después de llegar a la estación de Bank en metro, allí cogimos el DLR, que es como una especie de tren de cercanías. Tuvimos suerte y nos pusimos en el primer vagón, curiosamente allí, en el sitio donde debería ir el conductor, no hay nadie, solo asientos y una cristalera enorme por la que vas disfrutando del viaje con las vistas que tendría el conductor.           El tren cruza el río por debajo y una vez llegamos al otro lado, parece que hemos cambiado de ciudad. Esta es mucho más pequeña, tranquila y con unas vistas al otro lado preciosas.      El observatorio de Greenwich está en lo alto de una colina y en un entorno maravilloso. Lo rodea un parque enorme, donde las ardillas corretean a sus anchas, al igual que los niños jugando con la pelota, las madres paseando los carritos de bebés o...